7 de abril. Isla cabrera
Amanecemos felices en tan bucólico lugar.
Desayunamos y recogemos con calma
y nos vamos de vuelta al norte para hacer el trecking de Cala Napolitana. Marca
1.30h, pero en realidad es ida y vuelta. Está a unos 45min de agradable
trecking y el lugar es simplemente mágico.
Nos sentimos afortunadas y privilegiadas por poder disfrutar de este
entorno único en total soledad. Es un lugar de fantasía, una pequeña cala en
forma de copa con la arena blanca, las aguas turquesas rodeada de montes de
piedras esculpidas por el mar…
Después de estar un rato disfrutando de la paz que ofrece el lugar,
decidimos ir a la cala Calopresa, que está al lado. Para ello hay un sendero
que parte de la cala Napolitani y que conduce por los riscos a la otra cala.
Esta no tiene mucho que ver… es un entrante de mar alargado que comunica con lo
que en invierno debe ser una caída de agua. Nada bonito que ver, así que
seguimos ruta de vuelta al Fuerte militar donde tenemos aparcado el coche.
Después de dos horas de caminata, todavía nos quedan ganas de más, así que
buscamos la cala brigantini, que hemos leído que también merece mucho la pena
visitar. Esta se encuentra al sur de la isla y parte también de otro enclave
militar que más tiene el aspecto de haber sido la población dónde vivían los
soldados y sus oficinas, ya que tienen un montón de casas desperdigadas por el
cerro y estructuras tipo pabellones. La bajada a la cala es por un barranco
estrecho y empinado. Son 600m pero el camino es pedregoso y Gemma empieza a
resentirse de la espalda, así que regresamos cuando vemos la cala desde la
altura, sin llegar a pisar la arena.
Ya de vuelta cruzamos a Isla Margarita para comer. Volvemos a probar suerte en el restaurante que tenía muy buenas críticas en Tripadvisor y mira, hoy está abierto, así que allí que vamos!
Nos pedimos una fritura de productos del mar y calamar asado, al que le
ponen muy buenas críticas, todo regado con vino blanco vermentino que quita el
sentío…. Este es el resultado!
Medio borrachas cogemos el ferry que nos llevará a tierra firme para poco a
poco ir cogiendo rumbo a Puerto Torres, donde dormiremos para coger mañana el
ferry a Barcelona.
Antes hacemos parada en Cabo Testa, al lado de Santa Teresa, que se nos
quedó pendiente ayer. Y menos mal que lo hacemos!! Es una pequeña península
unida por un estrecho ismo a tierra firme y que está formada por piedras
graníticas que se esculpen con el viento y el agua en unas formas sinuosas y
sensuales. Cada piedra es una escultura y hay muchas, así que pasamos un buen
rato paseando y disfrutando del entorno.
De despedida, cuando ya nos íbamos, yo me pego un resbalón y descubro la
rudeza que también tienen estas piedras que me dejan una serie de profundas
marcas en la mano que apoyo sobre ellas….
Nos restan casi dos horas de camino a Puerto Torres por una hermosa
carretera que a veces nos muestra mar y a veces interior pero que nos hace
despedirnos con tristeza de esta tierra a la que prometemos volver… Nos has enamorado
Cerdeña!!
En Puerto Torres decidimos dormir en la cola del ferry porque no había
ningún sitio más agradable donde pernoctar. Allí se acumulan decenas de
furgonetas y autocaravanas cogiendo turno.
La verdad que con respecto a la pernocta nos hemos sentido bastante libres
en toda la isla, no sintiendo en ningún momento que molestábamos o que no
debíamos estar donde estábamos. Esto es un gran plus para los cada vez más
denostados camperistas. No sabemos si será lo mismo en verano, pero ahora ha
sido un gran placer el descubrir esta maravillosa isla en furgoneta camper.
La vuelta en barco se hace pesada porque es toda de día, pero nos apañamos mejor que al venir y sacamos el máximo partido a la estancia... entre otras cosas para escribir este blog!!
Comentarios
Publicar un comentario