4 de abril 2023. Bosa y Sassari

 

Por la mañana cogemos ruta hacia Bosa, declarado hace unos años, el pueblo más bonito de Italia. La carretera panorámica que une Alguero con Bosa, es simplemente espectacular. No tiene nada que envidiarle a las rutas panorámicas que vimos este verano en Noruega. Paramos a hacer algunas fotos y a llenar agua en una fuente del camino.





Bosa es el pueblo de los mil colores. Las casas, con colores alegres pero adaptados al entorno, cuelgan en la ladera de la montaña, rodeando el castillo. En la base atraviesa el río Temo, el único navegable de Cerdeña y en su orilla se encaraman multitud de pequeñas embarcaciones de pesca que a Gemma le encandilan. El río lo atraviesan dos puentes y desde la otra orilla se obtienen bonitas fotos de la población y el castillo.







Bosa mantiene el estilo decadente italiano, con las fachadas desconchadas y la ropa tendida en todas las fachadas, pero esto le da un ambiente de escenario de película de los años 60 que nos gusta mucho. Todas las poblaciones que visitamos en Cerdeña están en plena “preparación” para un concurrido verano. Parece claro que la temporada alta comienza pronto y ahora están aprovechando para pintar, reparar, adornar…

El castillo está cerrado por temporada baja, pero nos pegamos un buen paseo por las empinadas calles de la población y disfrutamos de su entorno.

Comemos en el Restaurante S’iscugia. Lo bueno de venir en esta temporada es que encuentras sitio para comer en los restaurantes que buscas, siempre que estén abiertos, claro! Este es un pequeño restaurante dentro de una gruta que tiene un encanto especial, el camarero es amabilísimo y la comida extraordinaria. Comemos un guiso típico a base de Raya que está para chuparse los dedos y Gemma una dorada recién pescada con una guarnición de verduritas. Esta vez probamos la cerveza local, que no es tan buena como el vino. De postre un tiramisú de fresa y un postre semifrío de almendras que nos resulta demasiado pesado.




Esta noche tenemos que volver a Sassari porque mañana tengo que dar la charla y me han reservado hotel para hoy. Así que tras la comilona, poco a poco tomamos ruta, con la idea de parar a mitad de camino a andar un rato con Hiru, algo que resulta del todo imposible!! Toda la parte interior de la isla está parcelada y vallada y no hay caminos comunales por los que pasear… Luego nos explicaría Ciriaco que esto se debe a una antigua ley que les obligaba a vallar las parcelas que tenían en propiedad. Hay pocos cultivos y está casi totalmente destinado a pastos, fundamentalmente para el ovino, aunque también hay algo de vacuno de carne.











Llegamos al hotel Leonardo Da Vinci sobre las 7, nos duchamos y a las 8 bajamos a recepción, donde hemos quedado con Ciriaco para cenar. Nos recogen Ciriaco, Davide, del Instituto profiláctico de Cerdeña, y Massiimo, el africano, de Arbuzo, que también trabaja para el Instituto profiláctico, pero llevando proyectos de cooperación en África, lo cual nos interesa muchísimo! Paseamos por la ciudad, que es muy agradable, hasta el restaurante El Vechio Muliro, un lugar con muchísimo encanto donde cenamos de maravilla. Está decorado con imágenes de saxofonistas y tiene un escenario, de modo que deducimos que ofrecen música en directo. La cena es extraordinaria y probamos absolutamente de todo!! Piden un montón de entrantes y unos platos principales a base de pasta rellena de patata con guarnición de carne de jabalí (culurjones) y raviolis rellenos de ricota. Está todo para chuparse los dedos, realmente cenamos como reinas! El vino es de cooperativa y es también extraordinario. La compañía, además, no desmerece. Massimo es un tipo muy interesante, con una conversación muy agradable. Hablamos de áfrica, por supuesto, y del trabajo de asesoramiento y formación que desarrolla en multitud de países africanos. Entre Davide y Ciriaco nos ilustran sobre la cultura y la vida en la isla de Cerdeña, y por supuesto nos hablan de la producción ovina!. De modo que pasamos una velada muy agradable.



En Cerdeña tienen 3 millones de ovejas, para 1 millón aproximado de habitantes. Confirmamos que las ovejas se crían todo el año en extensivo y que rara vez se estabulan. Prácticamente la única raza que tienen en la isla es la Sarda, que produce el queso Pecorino. Las ovejas se ordeñan tras el destete de los corderos que se realiza al mes y los corderos se sacrifican con esa edad, de lechales. La venta del cordero se circunscribe a dos momentos del año, en Navidad y en Semana Santa. El queso pecorino es de leche pasteurizada y curado, pero también producen ricota, del suero de la leche y que está buenísima!. El instituto zooprofiláctico se encarga del control de las enfermedades infectocontagiosas y de realizar el diagnóstico de estas enfermedades. Los veterinarios clínicos libres, realizan el resto de trabajos. Los veterinarios están especializados incluso por materia, los hay que se dedican a reproducción o a leche, como en vacuno.

Esta noche nos toca dormir separadas, yo descanso en el hotel mientras Gemma se va con la perra a un parking tranquilo de la ciudad.

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